martes, 15 de noviembre de 2016

Socialismo

El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la sociedad, organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en los mismos.1 2 La RAE define el término socialismo así: Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes.3 El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica.4 Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja,5 6 frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado, así como mediante el empleo de pequeñas unidades económicas socialistas aisladas y autosuficientes.7 8 Existen también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones,9 frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.10
Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan, respectivamente, el Imperio inca11 y la Unión Soviética.

Socialismo y comunismo

Unos diez años después de la aparición de los términos «socialismo» y «socialista» surgieron en Francia las palabras «comunismo» y «comunista» y su uso se difundió rápidamente. Étienne Cabet y el neobabuvista Jean-Jacques Pillot las emplearon de inmediato y el adjetivo «comunista» fue usado para referirse a un banquete organizado por Pillot celebrado el 1 de julio de 1840 en las afueras de París en el que participaron más de mil comensales, en su mayoría obreros, y en el que se defendió la necesidad de aplicar reformas que no fueran meramente políticas para alcanzar la «igualdad real».13 En junio de 1843 el poeta alemán Heinrich Heine, quien desde hacía más de diez años vivía en París, advirtió de su crecimiento: «Los comunistas son en Francia el único partido que merece atención».14
Desde Francia los términos «comunismo» y «comunista» se difundieron por los Estados alemanes y por Suiza, gracias al libro de Lorenz von Stein publicado en 1842 en Leipzigcon el título El socialismo y el comunismo en la Francia de hoy (Der Sozialismus und Communismus des heutigen Frankreichs) —Wilhelm Weitling, August Becker y otros los utilizaron enseguida—, y también por Gran Bretaña a través de otros canales. Así el término «comunismo» fue sustituyendo progresivamente al originario de «socialismo» o al menos se confundió con él.15
Según Jean Bruhat, en la década de 1840 «comunista» y «socialista» no eran términos completamente equivalentes ya que los comunistas se distinguían por unas ideas que en ellos estaban más claramente afirmadas que en los socialistas, como la realidad de la lucha de clases de la que se derivaba la necesidad de la revolución —la conquista del Estado— para alcanzar la nueva sociedad, pues para cambiar al hombre había que cambiar el régimen económico y social en el que vivía, como lo advirtió el neobabuvistaThéodore Dézamy cuando criticaba a los que creían «que para modelar al hombre a su gusto bastaría proponérselo de un modo testarudo y enérgico».16 Estas diferencias fueron las que motivaron que Karl Marx y Friedrich Engels adoptaran el término «comunista» y no el de «socialista» para llamar a la Liga que fundaron en 1847 y al manifiesto de la misma hecho público al año siguiente. Engels explicó en 1890 que en aquellos años «la parte de los obreros que, convencida de la insuficiencia de las revoluciones meramente políticas, exigía una transformación radical de la sociedad, se llamaba entonces comunista» mientras que la mayoría de los que se hacían llamar «socialistas» «se hallaban fuera del movimiento obrero y buscaban apoyo más bien en las clases "instruidas"», «y como nosotros ya en aquel tiempo sosteníamos muy decididamente el criterio de que "la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma", no pudimos vacilar un instante sobre cuál de las dos denominaciones procedía elegir».17
Después de 1848, los términos «socialismo» y «comunismo» se afirmaron y se superpusieron, identificándose en unos períodos y diferenciándose en otros, y también se utilizaron para caracterizar etapas de desarrollo histórico distintas.18 El sociólogo francés Émile Durkheim afirmó que en el «comunismo», a diferencia del «socialismo», la contribución a la producción común era libre y no planificada mientras que el consumo se vivía en común.19 Poco después Lenin en El Estado y la revolución (1917) utilizó la palabra «socialismo» para referirse a la primera etapa en la consecución de la sociedad sin clases o «comunismo», caracterizada por la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto que el consumo seguiría siendo particular.20
Según el marxismo, en un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, una forma de explotación por vía económica. Por lo tanto el socialismo constituye el primer paso para la extinción de las clases sociales (o comunismo) dando así por superada la lucha de clases como motor del progreso histórico.21

Socialismo como movimiento político

Por extensión se define como socialista a toda doctrina o movimiento que aboga por su implantación. Frecuentemente existen diferentes movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde aquella fecha existen ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
Existen diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están de acuerdo en que están unidos por una historia en común que tiene sus raíces en el siglo XIX, en las luchas de los trabajadores siguiendo los principios de solidaridad y vocación a una sociedad igualitaria, con una economía que pueda, desde su punto de vista, servir a la totalidad de la población en vez de a unos pocos.
Por otro lado el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. Así en el marxismo-leninismo el socialismo es considerado como la fase previa al comunismo, mientras que en la socialdemocracia con el término de socialismo se alude a la redistribución de la riqueza mediante la aplicación de un sistema fiscal progresivo.














Capitalismo

El capitalismo es un orden o sistema social y económico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones laborales tanto autónomas como asalariadas subordinadas a fines mercantiles.
En el capitalismo, los individuos, y las empresas usualmente representadas por los mismos, llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del trabajo se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio. La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a una dinámica basada en un sistema de precios para los bienes y servicios. A su vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores, y estos a su vez son necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio de mercancías.
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, se relaciona mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta o burguesa que es su corolario previo. El origen de la palabra puede remontarse antes de 1848 pero no es hasta 1860 que llega a ser una corriente como tal y reconocida como término, según las fuentes escritas de la época. 
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad está formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de este y otras formas sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica, y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de esta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario. Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.

Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva social e ideológica desde la cual se lo analice.

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