Melecio
y Diamantina
Una
historia en veinticuatro anuncios.
Había una vez un caballero culto, joven y honorable
llamado Melecio, que deseaba una amistad con una señorita elegante que se
llamaba Diamantina, que por su nombre se entiende que es una señorita muy dura
y fría.
Un día Melecio le dice –“Señora guapa; elegante,
pesando 50 kilos, alma romántica ¿haría amistad gustosa conmigo?” Diamantina
acepta y Melecio la cinta al continental “Los Nenes Veloces”. Diamantina no
acudió a la cita y a los días Melecio le escribe una carta que decía
–“Diamantina: sigo adorándote. Nos vemos el martes a las cinco”.
A lo largo de quince días Melecio y Diamantina se
siguen viendo y su relación se vuelve un poco violenta, por no encontrar un
lugar discreto en donde poder verse.
A los días, Melecio coloca anuncios por las calles
diciendo que se necesita una casa de renta discreta, en el centro de Madrid, y
al ver que no había casas puso más carteles donde decía que necesitaba una casa
en el barrio Arguelles, después en el barrio Salamanca y por ultimo en el
barrio Prosperidad.
Al ver que no encontraba una casa discreta en renta,
Melecio decidió comprar una nueva por 200 pesetas.
Poco a poco Melecio fue comprando alcoba, despacho,
cocina y todas las cosas necesarias para acondicionar una casa.
Al tiempo Melecio se da cuenta que necesita una criada
y un gato porque en su casa habían muchos ratones, entonces contrata a la
criada y compra un gato.
Melecio encuentra una criada pero era muy contestona y
poco servicial, entonces salió a la calle a colocar anuncios que decían –“Se
necesita criada que no conteste ni se queje continuamente de todo. Se desespera
encontrarla así. Virato 88”.
Diamantina y Melecio de tanto que discutían el gato
que habían comprado cayó por el balcón y murió.
Melecio ocupaba vajilla irrompible porque gracias a
las discusiones que tenia con Diamantina siempre los platos terminaban rotos.
También necesitaba un botiquín de urgencias por si había heridas.
A inicio del siguiente año Melecio quería poner un
negocio, pero ya no tenía dinero, así que decidió pedir prestado por las
calles, pero nadie le prestaba.
Melecio compro un bastón fuerte y nudoso, por lo tanto
que discutía con Diamantina un día se salió de control y la agarro a bastonazos
y Diamantina murió.
Melecio al tener una urgencia de conseguir dinero
coloco otro anuncio por las calles que decía –“Vendo comedor compuesto de mesa,
trinchero, aparador, filtro, seis lámparas y alfombra por 2000 pesetas.
Despacho compuesto de mesa, dos librerías, dos sillones, cuatro sillas, máquina
de escribir, y lámpara por 3500 pesetas. Alcoba compuesta de dos camas
individuales, armario de tres lunas, tocador, dos silloncitos, lámparas y alfombras
por 2300 pesetas. También vendo vajilla de cobre, Melecio Viriato. 88”.
Melecio al vender su casa entera también decidió
vender el esqueleto de Diamantina a unos estudiantes de medicina, por partes o
el esqueleto entero.
Al final de todo Melecio se queda solo, con un poco de
dinero, pienso que él fue un hombre malo por matar a Diamantina, aunque ella
era un poco prepotente.
Amairani Enriquez Lagarda
104v
Lunes 20 de Octubre del 2014.
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