Proteínas
Por
sus propiedades físico-químicas, las proteínas se pueden clasificar en
proteínas simples (holoproteidos), formadas solo por aminoácidos o sus
derivados; proteínas conjugadas (heteroproteidos), formadas por aminoácidos
acompañados de sustancias diversas, y proteínas derivadas, sustancias formadas
por desnaturalización y desdoblamiento de las anteriores. Las proteínas son
necesarias para la vida, sobre todo por su función plástica (constituyen el 80
% del protoplasma deshidratado de toda célula), pero también por sus funciones
biorreguladoras (forman parte de las enzimas) y de defensa (los anticuerpos son
proteínas).3
Las
proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las biomoléculas
más versátiles y diversas. Son imprescindibles para el crecimiento del
organismo y realizan una enorme cantidad de funciones diferentes, entre las que
destacan:
Estructural.
Esta es la función más importante de una proteína (Ej: colágeno)
Inmunológica
(anticuerpos)
Enzimática
(Ej: sacarasa y pepsina)
Contráctil
(actina y miosina)
Homeostática:
colaboran en el mantenimiento del pH (ya que actúan como un tampón químico)
Transducción
de señales (Ej: rodopsina)
Protectora
o defensiva (Ej: trombina y fibrinógeno)
Producción
de costras (ej:fibrina).
Las
proteínas están formadas por aminoácidos. Las proteínas de todos los seres
vivos están determinadas mayoritariamente por su genética (con excepción de
algunos péptidos antimicrobianos de síntesis no ribosomal), es decir, la
información genética determina en gran medida qué proteínas tiene una célula,
un tejido y un organismo.
Las
proteínas se sintetizan dependiendo de cómo se encuentren regulados los genes
que las codifican. Por lo tanto, son susceptibles a señales o factores
externos. El conjunto de las proteínas expresadas en una circunstancia
determinada es denominado proteoma.
Los
prótidos o proteínas son biopolímeros, están formadas por un gran número de
unidades estructurales simples repetitivas (monómeros) denominado aminoácidos,
unidas por enlaces peptídicos. Debido a su gran tamaño, cuando estas moléculas
se dispersan en un disolvente adecuado, forman siempre dispersiones coloidales,
con características que las diferencian de las disoluciones de moléculas más
pequeñas. Muchas proteínas presentan carga neta en ciertos rangos de pH del
medio. Por ello pueden considerarse ionómeros.
Por
hidrólisis, las moléculas de proteína se dividen en numerosos compuestos
relativamente simples, de masa molecular pequeña, que son las unidades
fundamentales constituyentes de la macromolécula. Estas unidades son los
aminoácidos, de los cuales existen veinte especies diferentes y que se unen
entre sí mediante enlaces peptídicos. Cientos y miles de estos aminoácidos
pueden participar en la formación de la gran molécula polimérica de una
proteína.
Todas
las proteínas tienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y casi todas
poseen también azufre. Si bien hay ligeras variaciones en diferentes proteínas,
el contenido de nitrógeno representa, por término medio, 16 % de la masa total
de la molécula; es decir, cada 6,25 g de proteína contienen 1 g de N. El factor
6,25 se utiliza para estimar la cantidad de proteína existente en una muestra a
partir de la medición de N de la misma.
Mediante una familia de métodos denominados de síntesis
peptídica es posible sintentizar químicamente proteínas pequeñas. Estos métodos
dependen de técnicas de síntesis orgánica como la ligación para producir
péptidos en gran cantidad.6 La síntesis química permite introducir aminoácidos
no naturales en la cadena polipeptídica, como por ejemplo amino ácidos con
sondas fluorescentes ligadas a sus cadenas laterales.
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